'Dicen que el talento es algo innato, puede que sea cierto pero riégalo a diario o habrá muerto'

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hay momentos en la vida...

Hay momentos en la vida en los que te replanteas como continuar el camino de la vida. Hay momentos en los que te paras creyendo que no sigues el camino correcto y piensas en tomar el primer desvío que te encuentres. Hay momentos en los que te encanta el camino, pero tengo que decir que siempre vas acompañado de otras personas. Tus amigos de verdad y tu familia te acompañarán siempre en este camino aunque tú no los veas ni te lo creas. Pero suele haber alguien más que te acompañe, la persona a la que le dices los te quieros más sinceros: tu pareja. Yo tengo a ese alguien especial que me acompañe en el camino, pero últimamente han aparecido ciertos baches que nos hacen tropezar y aunque hemos salido de todo con magulladuras, las heridas se están infectando. Las heridas me escuecen, me quedan y me hacen sufrir más de lo necesario, y me da que a él le pasa lo mismo. Antes nuestro amor hubiera podido curar la herida más profunda, pero recientemente va perdiendo fuerza a cada día que pasa y eso… me duele más que cualquier golpe físico sobre mi piel. Entonces en mi camino y en el suyo se ve a lo lejos un pequeño desvío que podemos tomar, pero por separado. Yo no quiero que él se vaya, ni tener que irme yo, pero si es el único modo de que las heridas se curen alguno de los dos lo tendrá que tomar por el bien del otro. Continuamos andando y el desvío se acerca a cada paso que damos, ninguno dice nada aunque los dos reflexionan sobre qué hacer. Los silencios hablan por sí solos ya que las palabras sobran… Entonces se miran a los ojos, se paran, sonríen y lloran. Los dos están frente a frente cogidos de las manos y mirándose, aunque lo único que ven en los ojos del otro son los recuerdos felices que un día vivieron. Las conversaciones bonitas, alguna que otra llamada por teléfono, esas sonrisas detrás de esa pantalla de BlackBerry, los besos después de estar tantos días sin verse, las largas despedidas abrazamos, cuando se cogían de las manos y caminaban sin saber el rumbo pero eso en realidad daba igual porque estaban juntos, los deseos de querer verse y los cabreos con la distancia por ese mismo motivo, las miradas furtivas la primera vez que se vieron, cuando todavía nadie lo sabía y un sinfín de recuerdos más… No saben qué hacer… están confusos. El uno sin el otro no es nada, pero juntos tampoco están bien del todo. ¿Qué hacer, que uno de los dos tome el desvío o seguir hacia adelante con todas las ventajas y consecuencias que eso conlleva? Solo dependerá del destino y de lo que cada uno quiera…

martes, 20 de noviembre de 2012

Se acabaron los "Siempre" .


Nada en esta vida es eterno, y es así, hay que asumirlo. Todo en esta jodida vida tiene principio y final, y esto no iba a ser ninguna excepción. 

¡PEQUEÑAS ESTRELLAS! :3

Hay momentos en la vida donde te replanteas hasta tu nombre. ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Para que he nacido? Hay personas que no descubren la respuesta hasta el momento de su lecho final, y sin embargo hay otras que no lo llegan a descubrir nunca. Una pena ¿verdad? Aunque yo cuando creo encontrar la respuesta me doy cuenta que me equivoco. Pensaba que mi finalidad en esta vida era hacer sonreír a la persona a la que amaba, pero luego algo me ha hecho ver que no, que mi finalidad no es esa. Te preguntarás que cual es el motivo de mi nacimiento, y creo que por fin puedo darte una respuesta clara. Creo que he nacido para que la felicidad deje de ser una utopía, creo que mi objetivo en esta vida es vivirla. Simple ¿verdad? Pues sí, es muy simple. Creo que he despues de casi 15 años de vida he aprendido que el amor de tu vida no tiene porque tener la sonrisa que dé fuerzas. Las sonrisas más bonitas pertenecen a tus amigos, esas personas que son hermanos con distinta sangre. En mi caso esas amigas, esas amigas que me ayudan sin ni siquiera pedirselo y que me enseñan día a día que no debo llorar por nada. Ellas son maravillosas. Por eso las debo más que a cualquier otra persona sobre la faz de la Tierra. Ellas me suben la autoestima aunque esté en número rojos, las que me abrazan cuando lo necesito, las que se preocupan por mí y solo quieren mi bien. Ellas no son ni mis amigas, ni mi hermanas, ellas son estrellas que se han caido del cielo convertidas en princesas. En definitiva ellas son las mejores entre las mejores.