'Dicen que el talento es algo innato, puede que sea cierto pero riégalo a diario o habrá muerto'

martes, 19 de febrero de 2013

Planes de futuro.

Me gustaría saber donde se han quedado estas palabras que se grabaron a fuego en mi cabeza el día que me las dijiste: 'Pequeña, quiero que seas la definitiva y con la que pase el resto de mis días. No quiero salir de fiesta y liarme con ninguna ya que teniendo a una princesa no voy a perderla por una cualquiera. Quiero que el tiempo pase y sigamos juntos. Quiero que seas la que me escriba un whatsapp de buenos días durante años y aun así jamás me canse de leerlo o la que por mucho que me diga te quiero siempre suene como la primera vez. Quiero que el tiempo pase lento para poderlo aprovechar y hacer locuras a tu lado. Que pase lento para llevarte al cine, a cenar, pasar los domingos juntos bajo la manta, darnos un beso bajo la lluvia, salir con nuestros padres o suegros, ir a eventos familiares de esos que me hagan pasar mucha vergüenza... Quiero que nuestro amor jamás se desgaste. Quiero ir a mirar pisos contigo para por fin vivir juntos, pero antes de eso irnos a tatuar los dos nuestra fecha especial en la muñeca. Quiero verte al fondo de una iglesia vestida de un blanco que me deslumbre y que vayas a acompañada de tu padre y que este me siga dando el mismo miedo y respeto que la primera vez. Quiero que me digas 'sí, quiero' tan alto que hasta en China lo escuchen, además de que me des el mejor beso que me has dado jamás mientras la gente grita: '¡Que vivan los noviooooos!' y que aparezcan miles de flashes a nuestro alrededor para inmortalizar el momento. Quiero que nos vayamos un mes de viaje de novios a una isla perdida de la mano de Dios para que nadie nos moleste y poder disfrutar del uno del otro. Quiero que después de eso tener nuestro primer hijo y vivir el bonito momento de sentir una patadita en tu tripa para sentir que por fin tenemos un fruto de nuestro gran amor. Quiero ver como nuestra pequeña criatura crece y con los años contarle nuestra preciosa historia. Lo último que visualizo en mis planes de futuro contigo es un porche blanco con un balancín los dos juntos, agarrados de la mano. Imagínatelo, ¿no te gustaría esa imagen? Esa imagen de los dos sentados en un porche después de 50 años casados mientras te digo que ya has visto que has sido el amor de mi vida y siempre lo serás. Y que a continuación mientras nos damos un beso de esos que nos dan los abuelos vengan nuestros nietos y nos digan que les sorprende ver un amor tan puro después de tanto tiempo juntos ya que pocos han sido los afortunados que han acabado con su amor de la adolescencia. Por eso pequeña te digo que aunque no estuvieras en mi pasado del todo, quiero que seas mi mejor presente y mi mayor futuro. Te quiero'. Y cada vez que intento buscar donde se quedaron estas palabras no encuentro respuesta. Pero claro, el problema no es ese, sino que no tuvimos en cuenta una cosa. La cosa es que con 15 años la vida no se planea, la vida se vive.

domingo, 17 de febrero de 2013

El reencuentro.

Hoy por fin nos hemos vuelto a ver en el camino de la vida. Durante todo este tiempo he estado pensando cómo sería el reencuentro. ¿Sería agradable? ¿O incómodo?, ¿Frío o sentimental? ¿Se notarían las cenizas de ese amor que tanto nos abrasó? No puedo describir con palabras lo que sentí al verte, pero estoy segura de que ya no se le podría llamar amor. Fue como ver a un simple amigo que llevabas tiempo sin ver, solo que tu y yo no somos amigos normales, nosotros somos amigos con recuerdos pero eso no cambió que te dejase de ver como a un amigo. Yo pensaba que cuando nos volviéramos a ver cada uno ya había encontrado a esa persona que nos volviera a hacer felices, pero no fue así. Estábamos solos, sin acompañantes a nuestras respectivas derechas. Tú cuando me viste andar dudabas si tomar un atajo para intentar no verme, pero tú no eras consciente de que el destino algún día nos volvería a unir ya que lo hizo una vez. Fue extraño verte entre toda la gente que me acompaña en este camino. No sabía si saludarte o no, si preguntarte qué tal o ni si quiera mirarte. Aunque estabas dentro de mi vía no querías acercarte ni a cinco metros de mí, eso me dolió pero a la vez me dio igual. Entonces me dije a mí misma: “Sara, eres fuerte. Sonríe. Demuéstrale que te ha ido bien durante todo este tiempo. Que has conseguido madurar y aprender a vivir con su recuerdo ya que olvidarlo del todo es imposible. Saca esa bonita sonrisa de princesa que tienes para que vea que nada ni nadie te puede hacer caer. Ahora que estas con él ríe lo más que puedas y lo más alto que tu garganta te permita, aunque alomejor en casa te mueras del dolor. Tienes gente maravillosa a tu lado que puede ayudarte a no perder el equilibrio si tropiezas. Sonríe, eso les jode ¿recuerdas? PUES YA SABES LO QUE TIENES QUE HACER. Además un día sin sonreír es un día perdido y el tiempo no está para perderlo, esta para aprovecharlo.”  A continuación vi como poco a poco te ibas acercando con precaución hacia mí ya que el camino se iba estrechando a posta para que tuviéramos que hablar. Te acercabas como si yo fuera una leona asustada y furiosa que pudiera atacar si se viera acorralada, pero mis intenciones eran claras y puras. Acabaste estando en el mismo metro cuadrado que yo, eso me dejó más estupefacta todavía. Entonces comenzaste a hablar conmigo, dejaste la precaución a un lado ya que viste que era inofensiva e intentaste vernos como los amigos que tenemos que ser, pero ya no por nosotros sino por el resto. El camino continuaba y nuestro encuentro parece ser que ya iba a llegar a su fin. No hubo despedidas con miradas como yo tanto me imaginaba, pero estaba contenta porque por fin te había visto y sabía que estabas bien, que tú continuabas tranquilo. A cada paso que dábamos éramos conscientes que era un paso menos que nos quedaba de estar juntos. Entonces allí a lo lejos se avistaba una línea que ponía meta. La meta era el final de este reencuentro juntos. En la despedida no hubo grandes miradas de “te echo de menos” sino que eran miradas que decían más bien: “Me alegro de haberte visto y saber que estás bien. Me alegra también saber que podemos pasar un rato del trayecto juntos sin que haya demasiadas tensiones. Nos ha costado arrancar pero creo que la próxima vez que nos veamos, en el caso de que haya próxima, irá mejor desde un principio. Mientras tanto cuídate pequeña criaturita que si la vida decide volvernos a juntar que se encargue ella. Un besito muy grande”  Entonces cada uno continuó a su paso ya que ya no estábamos obligados a permanecer juntos. Ahí fue cuando comencé a reflexionar y me di cuenta de que a las cenizas ya se las pueden tirar a la basura, el fuego se terminó. Me di cuenta de que ya no te quiero tanto como para volver a comenzar una historia juntos y sé que tú opinas lo mismo. ¿Pero a qué no sabes que fue lo que más me gusto de la tarde? Ver en tus ojos que conseguí mi objetivo, llegar a hacerte feliz los días que estuvimos juntos.

martes, 12 de febrero de 2013

Puto San Valentín.

¿Sabes lo que más me jode ahora mismo? Que llegue el 14 de Febrero. Sí, has leído bien. Me jode pasarlo sola, aunque en realidad jamás he pasado un San Valentín acompañada. Pero me jode pasarlo sola porque San Valentín es el día de los enamorados y cariño tengo que decirte que tú y yo lo estábamos. Solo había que vernos cuando estábamos juntos ya que sobraban las sonrisas y teníamos en la mirada ese brillo tan conocido como “primer amor”. Pero lo que más más más me jode es pasar el resto de los días sola. Al fin y al cabo esa fiesta está hecha para que la gente ingenua se gaste el dinero, ya que si tú quieres a tu pareja se lo demuestras los 364 días restantes, y se lo demuestras con hechos, no con regalos. Te echo tanto de menos que dejaría el orgullo y la vergüenza por robarte un beso el día que te vuelva a ver. Lo haría solamente para que durante ese segundo me volviera la calma que reinaba esos días que estábamos juntos. Lo haría para demostrarte que todo lo que te decía en esas horas de conversaciones no era mentira, y para que fueras testigo de que tu meta de grabarme el 38 a fuego lento se ha cumplido. Lo haría para que mientras tú me olvidas poco a poco, yo solamente te sigo recordando más y más. Lo haría porque te echo de menos y haría lo que fuera por una segunda oportunidad contigo, para poder corregir todos los errores que cometimos juntos, para demostrarte que fuimos la pareja perfecta aunque la situación era la equivocada, lo haría para no asimilar todavía que he perdido a la persona que tanto he amado.  Por eso yo para San Valentín no desearía ni una rosa, una pancarta, unos bombones, un collar, ni un osito de peluche, ni un cojín con nuestra foto o piruletas de corazón ni un cd con la banda sonora de nuestro amor,  yo lo único que deseo es que me des la posibilidad de amarte todos los días que nos queden de vida. Pero solo faltan dos días para San Valentín y para no romper la tradición lo pasaré sola…