Te voy a contar la típica
historia de chica conoce a chico y chico conoce a chica, con la única diferente
de que nosotros no hemos vivido una historia normal. Esas historias típicas
están hechas para las películas aunque siéndote sincera en el siglo XXI esas
pasteladas influyen mas en nuestra vida de lo que nos creemos. Pues eso, ¿por
dónde iba?, yo le conocí a él de la manera más extraña que te puedas imaginar
aunque eso me lo guardaré para mí porque son de esas cosas que no se cuentan.
Él en sí no era mi tipo de chico y por tanto no hubo amor a primera vista, ante
todo hay que ser sincera pero la vida da muchas vueltas y nunca sabes dónde
puede acabar tu mareo. Eso sí, sus ojos azules volverían loca hasta a la chica
con la coraza más grande eso tenlo claro. Prosigo, los meses pasaban y pasaban
y él siempre permaneció en un segundo plano pero sin dejar de ser vital para
que mis prioridades estuvieran suficientemente bien. Pero entonces cuando mi
mundo se torció un poco él se hizo de notar más. No sé si os habrá pasado pero
él es esa persona que sin ser algo más que amigos te ofrece siempre un hombro
para llorar y una sonrisa siempre que necesitas animarte. ¿Pero qué pasó? Que
yo como persona humana que soy me enamoro, y justo me enamoré de aquella
sonrisa. El problema fue conseguir demostrar a alguien que solo te ve como una
amiga que puedes ser algo más después de mucho sacrificio, nervios y ganas de
abandonar lo conseguí. No desistí porque cuando alguien te importa te da igual
todo, solamente ves la meta y aunque sabes que tienes millones de posibilidades
de fallar, sigues adelante. Sigues porque aunque lo que puedes perder puede ser
más de lo que puedas ganas te ves capaz cuando la fuerza del amor me invade.
Eso fue lo que me pasó a mí y aquí me ves, con la persona que yo quería que
formara parte de mi vida de una manera más especial. Desde entonces no ha
habido un solo día que no me alegrara de no haber desistido durante mi lucha,
solamente se rinden los cobardes que no luchan con todas sus fuerzas, esos son
los que pierden. Los meses siguen pasando y le quiero y le aprecio muchísimo más
que el primer día que le besé incluso. Solo intento que día tras día sea feliz
y sacar lo mejor de mí para dárselo a él. Parece que él a cambio me da momentos
increíbles. Momentos que recordaré durante el resto de mi vida. Dicen que todo
el mundo tiene un alma gemela o una media naranja, ¿pues saber qué? Que yo ya
tengo la mía y si tú no abandonas también encontrarás la tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario