'Dicen que el talento es algo innato, puede que sea cierto pero riégalo a diario o habrá muerto'

viernes, 11 de abril de 2014

Un día me desperté y ya no estabas.

Un día me desperté y ya no estabas. Ni tu recuerdo en mi cabeza. Ni la sonrisa peculiar que solamente tú me creabas. Un día me desperté y ya no estabas y tenía la sensación de que todo fue un sueño. Un sueño efímero que cada segundo que pasa se va difuminando poco a poco. Un día desperté y ya no estabas, ni el recuerdo de tu voz en mi cabeza tampoco. Ni el olor de tu piel, ni las sensaciones que esta creaba cuando entraba en contacto con la mía. Un día desperté y ya no estabas. Al darme cuenta de ello me dieron ganas de llorar y de volver a dormirme para buscarte en todos y cada uno de los sueños que había tenido durante la noche, pero fue en ese momento cuando me di cuenta de que todo fue real aunque en su momento. Entonces me levanté de la cama y empezaron a temblarme las piernas como cuando sabía que nos íbamos a ver. Mis manos buscaban por el aire las tuyas pero no las encontraron. Mis pies se empezaron a mover ordenados por mi cabeza para que buscaran cualquier cosa que respaldara que yo no estaba loca, sino que solamente estaba resacosa después de un gran amor. Desorientada me senté en el suelo y metí la cabeza entre las rodillas para protegerme no sé de qué. A partir de ese día me despertaba con el conocimiento de que no te volvería a ver igual que cuando me enamoraste. A partir de ese día supe que lo que nos unió ya había muerto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario